La historia de amor más hermosa y sincera que he tenido la oportunidad de leer.
Travesuras de la niña mala de Mario Vargas Llosa fue Premio Nobel de Literatura en 2010 y en ella descubrimos cómo el amor a lo loco es capaz de condicionar, dominar, destrozar y doblegar la vida de una persona y al mismo tiempo hacerla feliz. Esa persona en este caso se llama Ricardo, el niño bueno, y es un intérprete de la UNESCO de origen peruano afincado en París.
Ricardo en sus propias palabras nos cuenta que se enamoró de la niña mala como un becerro en el verano de 1950 cuando ambos vivían en el barrio limeño de Miraflores. Aquella historia en apariencia pasajera acabó como suelen terminar todas las de la adolescencia pero la mala o buena fortuna de Ricardito hizo que se reencontraran años más tarde cuando él ya vivía y trabajaba en la capital francesa. Del pasado de la niña mala no supo más que embustes y de la realidad que la rodeaba cuentos y fullerías sin embargo llegó a conocerla y amarla más que ella misma.
Alfaguara |
Lily que es como se llamaba la muchacha cuando se hacía pasar por chilena acomodada en el barrio de Miraflores se convirtió con los años y la ayuda de sus amantes en una mujer sofisticada, astuta y enigmática que no dudaba en utilizar a los hombres para medrar en la vida. Entre marido y marido, dando saltos de ciudad en ciudad y cambiando de identidad tanto como de imagen la niña mala caía lo mismo que huía de los brazos de Ricardo. Años de pasión, odios, celos, idas y venidas unieron los destinos de estos dos personajes profundos y entrañables que se recorrieron medio mundo buscándose el uno al otro. Ella de vez en cuando se dejaba amar por el niño bueno pero nunca parecía querer estar con él a pesar de las continuas declaraciones de iniciar una historia en común que el desgraciado le hacía desesperadito de amor. Y es que la niña mala no era más que una víctima de sí misma y de las circunstancias que quizás le tocó vivir, o puede que simplemente fuese así, que naciera ya obsesionada con el dinero, con el poder y las ansias de poseer la libertad que tiene el que se deja querer sin caer en la debilidad de amar a nadie, o que no se conformase con la mediocridad, que no quisiese una existencia anodina y que pensase que para ella el destino guardaba ese “algo más” que perder la cabeza por cualquier cabestro que después de unos años y varios hijos le “metiese cuernos” y la “dejase tirada”.
De la prosa no puedo más que decir que es sublime, maravillosa, elocuente a la vez que natural y con la coherencia que requiere la narrativa en primera persona. El ritmo de la novela es el justo y no le sobra ni una sola coma. Tampoco le falta.
Éste un libro conmovedor, cómico a ratos, desgarrador y magnético incluso un poco asqueroso en algunos fragmentos. Una muestra fiel, realista y bella de lo que es la vida, al cabo.
No dejo de pensar en lo curioso que es el lenguaje pues en esta semana he aprendido que la palabra que en un país significa borracho y en otro quiere decir enamorado. Tiene sentido.
5 comentarios:
Creo que no he leído nada de Vargas Llosa y tengo pendiente solucionarlo pronto, aunque no sé por qué libro me decidiré, este me llama bastante la atención
besos
Yo lei a Vargas Llosa de manera compulsiva hace años, y luego saturé. El año pasado, tras el novel, me plantee relanzarme a su lectura pero aun no lo he hecho. Besos
Vargas Llosa es un autor que nunca me deja indiferente. O me maravilla su obra como me pasó con La fiesta del Chivo o no me gusta nada... Pero creo que esta novela por lo que cuentas, formará parte del primer grupo. Tengo que leerla.
Besotes!!!
Hace ya bastante que la lei y guardo un grato de recuerdo de ella.De Varga Llosa he leido alguno más y no me desagrada este autor, besos
Sin duda una de las mejores obras que retrata ese amor pasional y hasta masoquista. He vivido cada párrafo de esa historia intensamente. RECOMENDADA!
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