Gran desconocida de entre las más famosas. Mucho más que un cuento para niños.
Peter Pan de J.M.Barrie es uno de los personajes más comentados, recurridos, emulados y parodiados de la literatura y seguramente esta fama se la deba en gran medida al largometraje de Walt Disney del año 1953 basado en la obra. Sin embargo este clásico encierra mucho más que una aventura para críos e invita a poderosas reflexiones sobre del amor, la amistad, los celos, la familia y las ataduras sociales.
Peter Pan es un niño que no crece. Vive en una isla lejana, en el país de Nunca Jamás donde los piratas campan a sus anchas, los niños perdidos olvidan a sus madres, nadan las sirenas y las hadas brillan, vuelan y usan el tocador. Peter que aún conserva sus dientes de leche se cuela noche tras noche por la ventana de la habitación de los niños Darling, Wendy, John y Michael que viven en el número 14. En una de esas visitas el muchacho es sorprendido por la madre de los pequeños y con las prisas y el sobresalto el niño volador se deja olvidada su sombra. Cuando regresa por ella descubre en la joven Wendy una candidata a madre para su pandilla de niños perdidos y para él mismo.
J.M.Barrie nos presenta un universo tan mágico como cercano en el que el lector no tiene más remedio que dejase embaucar por un líder encantador, valiente y carismático vestido con esqueletos de hojas que hace que veamos como naturales y obvias las ocurrencias más disparatadas. Se hace inevitable zambullirse en ese mundo en el que los perros pueden ser niñeras eficientes y los dedales besos y olvidar, como le ocurriera a los niños perdidos, que fuera de Nunca Jamás existe otra realidad en la que el tiempo pasa para todos y en la que poner rejas a las ventanas y cerrarlas por dentro en las noches de invierno es de lo más sensato.
Ayer mismo debatía con mi compañero si es fundamental que una obra tenga o no algo que contar, algo que decir, y precisamente creo que esta novela inclasificable es un buen ejemplo para dar un paso más en mis argumentos y es que, desde mi punto de vista, lo maravilloso de Peter Pan, lo que hace este libro tan especial es que ha dado lugar a tantas interpretaciones que parece que tenga infinitas lecturas. De hecho un mismo lector puede tener percepciones diferentes dependiendo del momento emocional en el que se encuentre.
De modo que sea o no un libro para niños, una crítica al modelo británico, a la vida en la época victoriana, o a la sociedad en general es justamente la capacidad del autor de abrir una ventana hacia nuestro interior lo que hace a esta obra imprescindible.
Peter Pan de J.M.Barrie es uno de los personajes más comentados, recurridos, emulados y parodiados de la literatura y seguramente esta fama se la deba en gran medida al largometraje de Walt Disney del año 1953 basado en la obra. Sin embargo este clásico encierra mucho más que una aventura para críos e invita a poderosas reflexiones sobre del amor, la amistad, los celos, la familia y las ataduras sociales.
Peter Pan es un niño que no crece. Vive en una isla lejana, en el país de Nunca Jamás donde los piratas campan a sus anchas, los niños perdidos olvidan a sus madres, nadan las sirenas y las hadas brillan, vuelan y usan el tocador. Peter que aún conserva sus dientes de leche se cuela noche tras noche por la ventana de la habitación de los niños Darling, Wendy, John y Michael que viven en el número 14. En una de esas visitas el muchacho es sorprendido por la madre de los pequeños y con las prisas y el sobresalto el niño volador se deja olvidada su sombra. Cuando regresa por ella descubre en la joven Wendy una candidata a madre para su pandilla de niños perdidos y para él mismo.
J.M.Barrie nos presenta un universo tan mágico como cercano en el que el lector no tiene más remedio que dejase embaucar por un líder encantador, valiente y carismático vestido con esqueletos de hojas que hace que veamos como naturales y obvias las ocurrencias más disparatadas. Se hace inevitable zambullirse en ese mundo en el que los perros pueden ser niñeras eficientes y los dedales besos y olvidar, como le ocurriera a los niños perdidos, que fuera de Nunca Jamás existe otra realidad en la que el tiempo pasa para todos y en la que poner rejas a las ventanas y cerrarlas por dentro en las noches de invierno es de lo más sensato.
Ayer mismo debatía con mi compañero si es fundamental que una obra tenga o no algo que contar, algo que decir, y precisamente creo que esta novela inclasificable es un buen ejemplo para dar un paso más en mis argumentos y es que, desde mi punto de vista, lo maravilloso de Peter Pan, lo que hace este libro tan especial es que ha dado lugar a tantas interpretaciones que parece que tenga infinitas lecturas. De hecho un mismo lector puede tener percepciones diferentes dependiendo del momento emocional en el que se encuentre.
De modo que sea o no un libro para niños, una crítica al modelo británico, a la vida en la época victoriana, o a la sociedad en general es justamente la capacidad del autor de abrir una ventana hacia nuestro interior lo que hace a esta obra imprescindible.