lunes, 31 de octubre de 2011

Seda

Un estribillo desde el fin del mundo. Un regalo muy especial.

Seda de Alessandro Baricco no parece una novela. Tampoco un cuento.  Más bien es como una canción. Si el sonido de la música pudiese ser escrito, si pudiese ser nombrado en un lenguaje sordo se llamaría Seda.

El autor trae la historia de Hervé Joncour, quien la necesidad lleva a emprender un viaje a Japón, y quien allí encuentra la cara irracional del amor, expresión furtiva de nuestra esencia animal y motor velado de las grandes decisiones. Si tuviese que ser nombrado lo llamaríamos deseo. Y lo encuentra allí, en el fin del mundo de una época en la que la luz eléctrica era una hipótesis y un Pasteur prehistórico se ganaba un hueco en la ciencia con un misterioso artilugio llamado microscopio.

La historia es narrada en tercera persona con una prosa delicada, atractiva y sensual y nos hace pensar en la verdadera condición del amor y, a su vez, en el amor sin condiciones. Nos conduce a reflexionar sobre la materia de la pasión y nos hace caer en la cuenta de que ese Leitmotiv reside en cada individuo y somos nosotros mismos quien desencadenamos esa maravillosa locura. Capaces de proyectarla somos, sin embargo, presas de ella sin poder evitarlo.

Seda hay que leerla despacio, con atención. Es una lectura para saborear cada palabra, perderse en su universo de estrofas y desembocar en su sabio estribillo. Debemos dejarnos liberar de las etiquetas, de la cabezonería del ser humano por nombrar lo que le rodea. Si no tiene nombre nos da miedo.

Este relato debiera tener un nombre mudo, uno que fuese como acariciar el vacío.

Una obra demesita directa al corazón.


martes, 25 de octubre de 2011

El Gran Juego

Entrañable, emotiva, mágica. Un juego con lecciones importantes que todos sabemos y a veces olvidamos.

Leticia Sánchez Ruiz se hace con el XVI Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla  gracias a su segunda novela, El Gran Juego, una fabulosa novela en la que la asturiana nos trae la historia de una búsqueda que comienza cuando la niñez termina.

Perotti es un viejo centenario heredero de una gran fortuna. Frecuenta un bar con el suelo de baldosas negras y blancas, un bar con olor a aceite y a vino; el bar de la calle La Luna. A la única amiga que le queda él la llama Cucurucho. La pequeña que aún necesita ayuda de su hermano mayor para vestirse se sienta al lado de su arrugado amigo de cabeza de alfiler y con su trenza medio desecha balancea sus piececitos mientras escucha a su compañero de juegos hablar sobre los grandes misterios de la vida. La niña es la hija de los regentes del bar y su hermano se llama Cosme.

Al morir el anciano, la pequeña recibe una misteriosa carta escrita con letras góticas en la que su amigo le da la bienvenida al Gran Juego. A partir de ese momento, con ayuda de su hermano, habrá de descifrar cada pista hasta revelar el misterio. Habrán de jugar a un juego del que nada conocen, ni las reglas ni el premio.

Así los hermanos emprenderán un camino hacia la madurez, la responsabilidad, el compromiso y el amor. Entenderán también que la amistad es algo importante y valioso. Delicada flor que más allá del invernadero de la infancia se marchita. Una palabra grande que en edad adulta rara vez toma su verdadero significado.

Esta aventura entrañable es contada en tercera persona con un lenguaje cuidado a la vez que cotidiano, lleno de detalles emotivos, de sabores y de olores. Lleno de música. Cariñoso.

Un relato medido de tiempos coherentes que no se precipita y mantiene al lector atento nos hace recordar todo lo que aprendemos de nuestros mayores. Cómo por arte de magia nos siguen enseñando aún cuando ya no están. Se quedan en nosotros en una huella indeleble y viven en todo lo que fuimos capaces de asimilar y que nos forma como ser humano. Viven en los recuerdos que no sabemos que recordamos y están ahí esperando guiarnos cuando lo necesitamos, cuando estamos más perdidos.

No tengo más que coincidir con la autora desde su dedicatoria. Somos suma.



jueves, 20 de octubre de 2011

Andrés Pérez Domínguez en la Biblioteca Juan Ramón Jiménez de Sanlúcar la Mayor, Sevilla

El próximo jueves 27 de octubre a las 19:00 horas Andrés Pérez Domínguez visitará la Biblioteca Juan Ramón Jiménez de Sanlúcar la Mayor para tener un encuentro con sus lectores.

Tendremos ocasión de preguntarle por sus proyectos, sus premios y sus libros y quizás nos dé algún adelanto de su próxima novela. Además, después del acto se sorteará un ejemplar de El Violinista de Mauthausen donado y dedicado por Andrés.

A mi personalmente este premiado escritor sevillano autor de La Clave Pinner, El Factor Einstein, El Centro de la Tierra, El Síndrome de Mowgli  y El Violinista de Mauthausen me fascina. De su blog La separata  soy seguidora y desde aquí lo recomiendo.

Ha sido para mí un descubrimiento reciente pero se ha convertido en un demesita indispensable. Fue este verano buceando entre contraportadas en una librería cuando dí con El Síndrome de Mowgli. De la sinopsis no pude sino pasar a la primera página y a la segunda, y a la tercera. Pensé que estaría más cómoda leyendo el libro en casa que de pié como una garza en medio del establecimiento, por lo que acerté a cerrarlo para pagar y llevármelo a casa.  Lo devoré. Me cautivó.



Es por todo ello que yo voy, ¿os apuntáis?

martes, 11 de octubre de 2011

Luz de Libertad

De Ismael Cruceta…para mí todo un descubrimiento.

Una tarde como cualquier otra, navegando por la Web topé con el sitio de este periodista y escritor de Móstotes y tuve así la oportunidad de disfrutar de su primera novela, que comenzó a escribir con tan sólo dieciocho años.

En Luz de Libertad Ismael nos trae la historia de Julio Silva, un actor de éxito en busca de su verdadera esencia. Podría decirse que Julio es un antihéroe al que los años  han vuelto cínico, frívolo, mujeriego y egocéntrico. Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo en el que fue inocente, generoso, y estaba enamorado. Enamorado de Irene Chantal. Enamorado como se está la primera vez, ciego, loco, pletórico, colmado de felicidad. Sin embargo, las grandes metas requieren grandes sacrificios.

En su camino hacia él mismo conoceremos a pocos pero entrañables personajes que van tejiendo una trama sencilla a la par que embriagadora. Estos personajes se presentan al lector llenos de matices y evolucionan a lo largo de la obra. A destacar su protagonista, a cuya madurez asistimos llegando a empatizar de forma natural con sus circunstancias.

Un relato seductor y un lenguaje puro atrapan al lector y le hablan de amistad, de lealtad, de libertad y de amor. Pero sobre todo habla el autor de pasión. Pasión por nuestro trabajo, por la calidad, por el éxito. Pasión carnal. Pasión en un sentido amplio y poderoso que nos magnifica y nos hace capaces de lo imposible. Sin él el arte queda vacío y las ciencias mediocres.

La pasión hace que no nos desvanezcamos, que sigamos firmes a nosotros mismos y luchemos por quien queremos ser y por lo que queremos hacer. Aunque se nos plantea entonces una cuestión difícil, ¿debemos siempre seguir fieles a nuestra esencia sacrificando con ello todo lo demás o hay cosas por la que merece la pena olvidar parte de nosotros mismos?

Esta novela demesita que merece la pena conocer rebosa talento por sus 182 paginas. Bien empleadas han sido las apenas tres hora que tardé en devorarla.

Si quereis más información sobre el autor y conseguir un ejemplar firmado buscad aquí:



sábado, 1 de octubre de 2011

Presentacion del libro "Historias de un dios menguante" en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla



El Centro Andaluz de las Letras, dentro del ciclo "Letras Capitales" , nos invita esta semana a la presentación del libro "Historias de un dios menguante" de José Mateos. El acto tendrá lugar el martes 4 de octubre en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla a las 20:00 horas y será presentado por Pedro Sevilla. 

El ensayista, poeta y editor jerezano nos trae un conjunto de relatos con los que pretende despertar nuestra conciencia y reconquistar valores perdidos.


Yo voy, ¿os apuntáis?